Habitantes de un asentamiento irregular en La Cañada, en Tizayuca, señalaron que padecen rezago de servicios básicos como pavimentación y alumbrado público en la mayor parte de su localidad.

El representante vecinal Daniel Vázquez indicó que en 2003 fueron “engañados” por la Unidad de la Fuerza Indígena Campesina (UFIC) al ser llevados a La Cañada con la promesa de que sus predios serían regularizados ante la constructora Fiducia SA de CV, propietaria del fraccionamiento, que después se convirtió en un fideicomiso.

Al respecto, el ciudadano Daniel Vázquez externó que solo dos vialidades cuentan con asfalto y cinco calles más “son un lodazal”, lo que dificulta el libre tránsito de peatones y vehículos; además, en el caso de la electrificación, indicó que de manera individual los colonos tienen luz, con instalación propia.

Externó que hay disposición de los vecinos para acordar convenios con Fiducia para regularizar sus escrituras, aunque estimó que hay renuencia de un sector, del que estima “quiere todo gratis”.

“La mayoría estamos de acuerdo en basarnos en la ley, pues consideramos que es lo mejor y es nuestro patrimonio; somos conscientes de acordar con la empresa, porque saldría más económico que buscar por otro lado”, refirió.

Dijo que en audiencias con el alcalde Gabriel García Rojas estipularon que se enviará maquinaria para colocar tezontle y subsanar temporalmente la falta de carpeta asfáltica.

“Es lamentable ver a los niños jugar en lodo, aunque somos conscientes de nuestra circunstancia como irregulares”, expresó.

En su edición del 3 de agosto, Criterio informó que, de acuerdo con el Instituto Municipal de Desarrollo Urbano y Vivienda (Imduv), al menos 185 casas de La Cañada están invadidas por cientos de pobladores que viven en condiciones de hacinamiento y pobreza extrema.

Alfonso Marín

Tizayuca