Alrededor de 70 por ciento de las zonas residenciales de Tula son causa de problemas para el ayuntamiento debido a que son irregulares, además de que padecen inseguridad y falta de servicios, afirmó Juan Calva Ramírez, encargado de la Comisión de Asentamientos Humanos del Concejo.

El funcionario indicó que esto es consecuencia de la corrupción y la “manga ancha” que las administraciones anteriores han tenido con decenas de fraccionadores.

Calificó como imposible que una empresa “venga a verle la cara” a un director de Obras o Catastro, cuando el desarrollador es externo y el directivo pertenece al municipio.

“No tengo idea de qué tanta corrupción haya detrás de esto, pero de que la hay y de que es enorme, es una realidad”, aseguró el servidor público.

Calva Ramírez lamentó que los fraccionadores perciban ganancias millonarias a costa de gente “honesta y trabajadora” que solo quiere adquirir un patrimonio para su familia.

Afirmó que, por ejemplo, en la zona habitacional Loma Blanca, en la que vive, llevan 30 años esperando que se realice una electrificación, a pesar de que un mandato estatal exige que se lleve a cabo esa obra desde 2000.

Además, aseveró que no todas las calles están pavimentadas y cobran una toma de agua en 7 mil pesos, aunque el contrato no se realiza con el fraccionador, sino con la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Tula de Allende (Capyat).

Asimismo, el encargado de la Comisión de Asentamientos Humanos dijo saber que el principal problema en las zonas residenciales es la inseguridad, así como la invasión de viviendas, lo que, afirmó, es promovido por actores políticos.

FUERA DE JURISDICCIÓN

De acuerdo con la Dirección de Obras Públicas local, en Tula hay 42 fraccionamientos, de los cuales, según Calva Ramírez, cerca de 70 por ciento son irregulares; es decir, alrededor de 30 zonas habitacionales no han sido recepcionados por la alcaldía

Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende