Los médicos y enfermeras del Hospital General de Zona No. 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Tula, que estuvieron en servicio la noche de la inundación del 6 de septiembre de 2021 no fueron responsables de la muerte de los 17 pacientes: “Es injusto que se les culpe”, expresó personal que estuvo a cargo de los protocolos de control de siniestros.

Las fuentes consultadas, quienes pidieron anonimato, sostuvieron que se solidarizan con el dolor de las familias que tuvieron algún fallecido durante el evento, pero reiteraron que no fueron responsables y afirmaron que hicieron su máximo esfuerzo para salvar al mayor número de personas.

En este sentido, uno de los informantes dijo que, aunque no tiene el número preciso, fueron más de 30 pacientes los que trasladaron al segundo piso con todo y ventilador, maniobra que  “no fue nada fácil”.

Explicó que para cada maniobra de esa naturaleza mínimo se necesitan tres médicos o enfermeras, sin tomar en cuenta el movimiento de bombas de infusión, medicamentos y demás instrumentos para su atención.

Una participante más ofreció disculpas a los dolientes, ya que aseguró que hubo que tomar decisiones: “Había personas recién operadas […] madres que acababan de dar a luz con sus hijos recién nacidos, a los que hubo que dar prioridad”.

Mencionó que se hizo lo humanamente posible y lo que estuvo a su alcance para hacer las maniobras seguras en vista de que algunos pacientes tenían covid.

La postura del personal de protocolos de siniestros del IMSS es en respuesta a lo dicho por Jesús Ramos Chávez, quien perdió a su hermano Francisco la noche de la inundación, quien argumenta que los trabajadores que estuvieron a cargo del nosocomio durante la emergencia “no hicieron su trabajo”.

 Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende

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