A pesar de que para su construcción se requirió de una inversión millonaria, casi la totalidad de las plantas tratadoras de aguas residuales ubicadas en la Huasteca se mantienen inoperantes por diversas circunstancias, además de que algunas fueron saqueadas por ladrones y vecinos sospechan que hasta por los mismos contratistas.
Criterio solicitó información a la Dirección de Obras Públicas de Huejutla, cuyo titular es Humberto Guillermo Zúñiga, sobre el estado que guarda esta infraestructura; sin embargo, no proporcionó ningún dato con respecto a la misma.
No obstante, información recabada por este medio de comunicación demuestra que en el área urbana y en comunidades del municipio existe 18 plantas tratadoras, de las cuales solo una funciona.
Además, la Dirección de Obras Públicas tampoco informó si tienen un plan para reactivar estas obras, porque, de acuerdo con un recorrido que realizó Criterio, se hacen descargas de aguas negras directo a los arroyos.
Consultado al respecto, el diputado local por el distrito IV, con cabecera en Huejutla, Fortunato González Islas, lamentó la opacidad que existe en dicha dependencia municipal, y aseveró que algunos funcionarios son “incondicionales del expresidente Raúl Badillo”, por lo que “no quieren dar a conocer cuáles obras son inoperantes”, lo que ocurre no solo con las plantas de tratamiento, sino con otras más.
El legislador por Movimiento Regeneración Nacional (Morena) aseveró que son aproximadamente 60 plantas de tratamiento las que no funcionan en la región Huasteca y que “se han gastado mucho dinero” para construirlas, por lo que considera que “son monumentos a la corrupción”.
Por otra parte, de acuerdo con un informe de la Comisión Estatal del Agua (CEA), son 51 plantas de tratamiento las que no están en funcionamiento. Entre ellas se encuentran la de Huejutla, que lleva sin operar 13 años; la de Tehuetlán, que fue saqueada; la de Tlanchiyahualica, con 17 años sin funcionar, y la de Jaltocán, que cumplió 15 años sin dar servicio. En todas ellas se invirtieron millones de pesos; además, afectan también a un gran número de la población al mantenerse quietas.
Según datos recabados, estas obras no funcionan porque para operar necesitan de gran cantidad de energía eléctrica y los costos son elevados, por lo que ni los gobiernos municipales ni la población puede solventar el gasto.
El informe de la CEA establece que, como alternativa, se pueden utilizar las plantas como humedales, en los que el funcionamiento no tiene altos costos y ayuda también a reusar gran parte de estas infraestructuras asentadas en la Huasteca; asimismo, se brindaría apoyo para la capacitación de los municipios sobre la técnica.
Los humedales funcionan como purificadores, pero es necesario cavar y permitir naturalmente el tratamiento de aguas residuales, a través de macrofitas, plantas que tratan y purifican el líquido.
Salomón Hernández | Huejutla
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