El saqueo de material pétreo en los ríos es una acción recurrente en la Huasteca, a pesar de los riesgos que esto conlleva y del daño irreversible al ecosistema, mismo que se puede observar en cuerpos de agua como Garcés, Coacuilco, Tehuetlán, en los que ha descendido el nivel del líquido.
De acuerdo con señalamientos ciudadanos, las trituradoras de empresas clandestinas siguen operando con “impunidad” y la “complacencia” de instituciones gubernamentales como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y su homóloga en la entidad (Semarnath), las cuales, pese a reconocer el problema, no han emprendido acciones para frenar la situación.
Además, según pobladores, denuncias registradas durante 2020 no han prosperado, ya que el daño al ambiente continúa.
La asociación civil Huasteca Verde, a través de su dirigente Anselmo León Ramírez, en diversas ocasiones acusaron que maquinaria pesada y trituradoras operan de forma clandestina cerca de los afluentes de la región.
León Ramírez indicó que la nula acción legal contra los responsables del “ecocidio” hace suponer dos cosas: “La ineficacia de las autoridades de protección al medio ambiente o el cobro de disimulos para que sigan trabajando de manera libre, sin que nadie les ponga un alto al daño que le hacen al entorno y sus habitantes”.
El ambientalista comentó que no es tangible, pero sí visible, la afectación causada a los ríos, a causa de la extracción “desmedida” de piedra, grava y arena.
“Se nota que cada año va reduciendo de manera importante el nivel de los afluentes, ya que algunos prácticamente quedan secos debido a que, al no tener el material pétreo, el escurrimiento del líquido cada vez es mayor y no es más lento (sic)”, señaló.
Explicó que las piedras tienen una función importante, pues hacen que la corriente del agua no sea tan rápida por el choque natural contra estas y las raíces de árboles, pero, al no estar, el agua desciende con mayor rapidez.
Asimismo, el activista agregó que pobladores han documentado en diferentes ocasiones que los camiones de volteo salen de los ríos con material utilizado para la construcción.
León Ramírez mencionó que se desconoce si las empresas cuentan con algún permiso para la extracción del material, el cual debe ser otorgado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Algunos realizan sus actividades sin conocer la ley, obteniendo ganancias, pero sin invertir en los trámites necesarios para ello, ya que obtienen beneficios de los afluentes sin importarles el daño que les causan”, comentó.
Salomón Hernández
Huejutla