El titular de la Secretaría de Tesorería y Administración en el ayuntamiento de Tulancingo, Joel Santillán Trejo, informó que derivado de la emergencia sanitaria por Covid-19 a partir de marzo, la hacienda municipal registró una disminución en cuanto al ingreso de recursos propios, que prácticamente alcanza los 9 millones de pesos.
La merma recaudatoria, explicó el funcionario, se presenta pese a los beneficios aprobados por el ayuntamiento, como el descuento de 30 por ciento en el cobro de impuesto predial, apoyos para condonar recargos y diferir los pagos inherentes a dicho gravamen.
A lo anterior sumó el beneficio dirigido a los arrendadores que determinaran ayudar a sus inquilinos.
“La opción es no cobrarles lo que adeudan de impuesto predial 2020 a cambio de que se lo descuenten a la renta de sus locatarios”.
Recordó que para el presente ejercicio fiscal tenían presupuestado ingresos municipales del orden de 100 millones de pesos, pero si hicieran corte a julio apenas alcanzarían 91 millones de pesos.
Aunque no especificó porcentajes, indicó que cerraron 2016, 2017, 2018 y 2019 con incrementos en la recaudación, tanto en materia económica como en la actualización del padrón catastral.
“Tristemente se presentó la pandemia y nos queda claro que hay prioridades para la población.
La gente no se acerca porque tienen necesidades y si les dan a escoger, entiendo como ciudadano, que prefieren manutención antes de cumplir con las obligaciones en materia fiscal”.
El tesorero municipal agregó que el gobierno de Tulancingo, en lugar de presionar a los contribuyentes morosos de la demarcación, desde abril detuvo las acciones de fiscalización.
Antonieta Islas I Tulancingo