Ayer, medio centenar de pobladores del ejido Progreso y empleados de la calera Procal 2000 se manifestaron afuera de la casa del comisariado Anselmo Ramírez Miranda para exigir que renuncie a la presidencia de la empresa comunitaria, luego de que el pasado 25 de marzo se cumplió un mes de huelga.
De acuerdo con los quejosos, Ramírez Miranda ha mostrado falta de voluntad para atender sus peticiones, entre las que se encuentra tener un contrato laboral y el pago de horas extras.
Los inconformes dijeron que desde noviembre, cuando empezó el interinato de Anselmo Ramírez, se han cometido abusos, amenazas y represalias contra 150 empleados.
Pese a que se han realizado dos reuniones entre trabajadores, funcionarios de la Junta de Conciliación y Arbitraje y el ejido, no se han logrado acuerdos.
Jesús González
Atotonilco de Tula