El regreso a la nueva normalidad en los espacios comerciales en Tlahuelilpan resultó en una serie de contrariedades de parte de los consumidores, quienes, en algunos casos, no respetaron las recomendaciones sanitarias para evitar contagios de coronavirus (Covid-19).
En un recorrido realizado por Criterio, se pudo constatar que tanto en el tradicional tianguis de los martes como en la central de abasto, las personas no cumplieron con el distanciamiento social, uso adecuado de cubrebocas y no dejaron de asistir en grupos.
Luego de dos meses de ausencia ante la pandemia de Covid 19, los organizadores del mercado rodante se comprometieron a realizar medidas sanitarias, como lo solicitaron las autoridades, para poder operar.
En el caso de la central de abasto, este medio de comunicación constató que el acceso al polígono fue controlado; había gel antibacterial y a cada persona que ingresaba, por las 12 entradas que fueron habilitadas, se le tomaba la temperatura y se exigía el uso de cubrebocas para permitirles realizar sus compras.
Sin embargo, fue una constante que las personas se quitaran el tapabocas después de ingresar al sitio y sin guardarse la sana distancia, además se detectó la presencia de familias enteras, niños, adultos mayores y mujeres embarazadas con libre tránsito en la plaza, pese a ser sectores vulnerables al virus.
No faltó que en algunos locales se observara a niños y ancianos haciéndose cargo de distintos puestos.
Al respecto, el alcalde Juan Pedro Cruz Frías, señaló que dichas anomalías “se deben a la necedad de la población por acatar las recomendaciones sanitarias recomendadas por los tres órdenes de gobierno”, para evitar la transmisión de la enfermedad respiratoria.
“Como lo advertimos, si por alguna circunstancia se disparan los contagios de Covid-19, se volverá a suspender el tianguis de la cabecera por tiempo indefinido”, advirtió Cruz Frías.
Miguel Martínez
Tlahuelilpan
