El cambio climático, la expansión de grandes cadenas comerciales y la falta de oportunidades afectan a productores de la región Otomí-Tepehua, quienes han abandonado el campo.

Las lluvias excesivas y recientemente el huracán Grace propiciaron que gran parte de los agricultores perdieran sus cosechas, lo que ha derivado en una crisis económica para muchas familias.

A ello se suma que la demanda de sus productos ha sido desplazada por los que ofertan comercios en cadena o establecimientos que mercan en las grandes ciudades, coincidieron agricultores de la región.

“Muchos paisanos bajan de las comunidades con sus costales de cacahuates, chiles, papas o lo que sea que cosechen; la gente nos regatea o simplemente prefiere comprar en las tiendas o locales más grandes”, lamentó Francisco López, campesino.

De acuerdo con el biólogo Rodrigo Ríos, la introducción de frutas y verduras “mejoradas”, ha provocado una crisis entre los agricultores de la región, quienes han preferido dejar sus tierras y migrar hacia las grandes ciudades en busca de trabajo.

“El campo está siendo abandonado, pero a los que nos quedamos a trabajar, la mayoría de las veces no se nos dan las oportunidades de prosperar”, comentó Ricardo Montes López, otro pequeño productor.

Las pocas personas que se aferran al trabajo del campo comercializan con dificultad sus productos en los tianguis, mismos que fueron suspendidos reiteradamente durante el primer año de pandemia; el resto, lo dedican al autoconsumo.

Vanessa E. Romero I Tenango de Doria