A 30 años del paso del huracán Diana (7 y 8 de agosto de 1990) en la Huasteca hidalguense, sobrevivientes del fenómeno meteorológico recuerdan la destrucción y desgracia que dejó a los huejutlenses, pues algunos perdieron a sus familiares y otros, su patrimonio.
“En el mercado parecía que había caído una bomba, solo vimos escombros”, recordó Francisco Hernández Hernández, poblador de Parque de Poblamiento, sector creado a través de un programa de vivienda del gobierno federal.
Salustia Pacheco, vecina de Aviación Civil, comentó que en esa ocasión ella y sus familiares “estaban temerosos” porque la lluvia no cesaba.
“No se había visto en ningún año. Nos fuimos a dormir; sin embargo, en la madrugada nos dan la mala noticia que se había suscitado un desastre en la ciudad porque había destrozos en el mercado, desde automóviles hasta personas (sic).
“Uno de los que cuidaba el lugar había fallecido, otros tuvieron que salir hasta la armazón del techo del mercado”, mencionó la mujer.
Dijo que, cuando cesó la lluvia, encontraron ciudadanos muertos, así como vacas y cerdos sobre la creciente del Río Chinguiñoso, uno de los afluentes que se desbordaron ese día.
En tanto, el cronista de Huejutla Franciso Mojica Mojica indicó que había un puente de piedra en el barrio Tecoluco, mismo que se cayó y formó un tipo de presa que ocasionó la acumulación de agua.
“Era tanta, que arrastró coches y destruyó por completo el mercado municipal”, comentó el sobreviviente.
Añadió que el afluente los “atrapó” a él y a su esposa en su domicilio, ubicado en la calle Juárez; sin embargo, refirió, que fueron auxiliados por cuerpos de rescate del gobierno.
Salomón Hernández
Huejutla