Ante las muestras de repudio de amplios sectores de la sociedad civil por la vandalización de la catedral de San José, monumentos en honor a héroes nacionales, calles y edificios públicos de Tula por parte de colectivos feministas, el arqueólogo Pedro Cardoso Reyes pidió comprensión para las mujeres, puesto que “los destrozos” que hacen no se comparan con las vidas arrebatadas.
Dos días después de las pintas, el erudito fue el responsable de la restauración de la muralla perimetral del máximo templo católico de la ciudad y de la diócesis de Tula tras los perjuicios realizados a los muros externos de la iglesia central del municipio durante la última marcha feminista.
En entrevista, dijo que las pintas fueron un mensaje contundente y “quizá muy escandaloso” en términos visuales y de impacto histórico y turístico, pero que en realidad fue un “daño” de fácil reparación, pues solo se invirtieron dos días en su remozamiento y se requirió de menos de mil pesos para hacer las restauraciones conducentes.
Señaló que los resanes fueron efectuados únicamente por una cuadrilla de cuatro trabajadores y que, lejos de representar un mal mayúsculo, quizá, las feministas hasta hicieron un bien, puesto que al cubrir las pintas se aprovechó para remozar algunos segmentos de la muralla frente a la calle Zaragoza, mismos que ya necesitaban atención, ya que la humedad había “castigado” mucho al muro, que ya lucía visiblemente deteriorado.
Miguel Ángel Martínez
Tula de Allende