Ante los casos de violencia registrados en la región ocasionados por el huachicoleo, catequistas católicos de Santa Anta Ahuehuepan y San Francisco Bojay, comunidades perteneciente a Tula; así como en Achichilco y San Gabriel, en Tezontepec de Aldama, hicieron un llamado a las autoridades para que solucionen el problema que se presenta en la demarcación.
“Desde muy chicos, los niños muestran interés por participar en los grupos dedicados al robo de hidrocarburo, lo ven como algo natural. Antes no se veía eso, la mentalidad era distinta, pues los menores decían que de grandes querían ser traileros o irse a Estados Unidos. Hoy, abiertamente, mencionan que quieren robar combustible”, dijo uno de los predicadores.
Según los catequizadores, la estrategia del gobierno para erradicar este ilícito, por medio de las armas, no es la adecuada.
“La gente tiene malos salarios, eso es un motivo para que prefieran ser delincuentes, pues la paga, según comentan, es buena. No es lo mismo ganar mil pesos a la semana que mil pesos al día”, dijo.
Las comunidades a las que pertenecen, informaron, son lugares donde los vecinos han fomentado el trabajo; lo lamentable es la incursión de grupos delictivos, pertenecientes a otros municipios, en sus demarcaciones.
“Los lugareños se cuidan unos a otros, pero sí nos da temor cuando nos enteramos que en comunidades cercanas se matan entre bandas de huachicoleros; por ejemplo, el domingo pasado encontraron a tres hombres muertos al interior de una cajuela”, agregó uno de los predicadores.
Jesús González l Tula