En Acaxochitlán hay personas que dejaron de dedicarse a la tala clandestina para ocuparse en el trasiego y comercialización de hidrocarburo de procedencia ilícita, según información de la jefatura regional de la Agencia Estatal de Seguridad.
El jefe inspector Miguel Espejel Huerta atribuyó esta diversificación a que el delincuente siempre busca la comodidad y el dinero fácil.
“Al darse cuenta que obtener madera cuesta más trabajo, porque hay que cortarla y cargarla, optaron por dedicarse al transporte y comercialización de hidrocarburo, aunque eso no quiere decir que en Acaxochitlán la tala haya desaparecido”, comentó.
Explicó que el combustible sustraído de los ductos de Pemex que cruzan Cuautepec y las comunidades La Paila y Matías Rodríguez, en Singuilucan, tiene como destino Acaxochitlán, considerado la puerta de entrada a la región Otomí-Tepehua.
Las rutas idóneas para los huachicoleros son caminos de terracería, porque al circular en campo abierto se les facilita esconder los embalajes que contienen el hidrocarburo debajo de los árboles o en barrancas a efecto de burlar a las corporaciones policiacas, informó Espejel Huerta.
Intensificar la vigilancia en vías rústicas ha dado resultados respecto a la recuperación de vehículos cargados con combustible, aseguró.
Reconoció que los uniformados son más susceptibles a ataques durante los patrullajes en parajes boscosos o áreas despobladas. En cuatro meses al frente de la corporación, los casos que se han registrado no son directos, sino intimidatorios con disparos a distancia y al aire.
María Antonieta Islas
Acaxochitlán
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