La jueza conciliadora del segundo turno de la Secretaría de Seguridad Pública de Tula, Anarika Torres Rosas, reveló que, a consecuencia del confinamiento ciudadano a causa del coronavirus, la violencia contra mujeres y niños en la demarcación incrementó 50 por ciento.

La funcionaria señaló que esto se debe a que esos sectores son los más vulnerables del hogar y que el maltrato deriva de la sobreconvivencia que hay en casa, aunque puntualizó que para estas alturas de la contingencia ya la gente no se queda en sus viviendas, aunque la violencia se mantiene.

Sostuvo que tal situación es lamentable, porque más allá de los números —hasta seis casos al día, cuando anteriormente eran dos o tres denuncias— la agresividad es una conducta que no debería estar presente en la sociedad, y menos en casa.

Señaló que el conciliador o juzgado municipal son las primeras instancias donde las víctimas de violencia pueden acudir a que se les brinde ayuda y que, dependiendo de la gravedad del caso, se canalizan a la Unidad Móvil de Atención a Víctimas de Violencia o al Instituto Municipal de la Mujer.

Detalló que en situaciones realmente graves se les envía al Ministerio Público para iniciar una denuncia o carpeta de investigación y explicó que, en caso de que la víctima no quiera denunciar ante una instancia judicial, se le proporciona una medida de protección de 72 horas.

Detalló que durante este tiempo se trabaja de manera coordinada con las instancias pertinentes para que los afectados reciban la ayuda que necesitan en cada caso: “Puede ser psicológica, jurídica o de cualquier tipo que se amerite”.

Miguel Ángel Martínez

Tula de Allende