Debido a que hubo poca producción de calabazas en los campos de la Otomí-Tepehua, el precio se elevó considerablemente, por lo que llegan a venderse hasta 100 pesos la pieza.

Comerciantes informaron que se cultivó poco producto principalmente por la falta de lluvias en la región.

“Casi no hay y no las compran, pero no podemos ofrecerlas más baratas, solo si regatean y compran más, las bajamos a 80 pesos con tal de que se las lleven, porque si no las sacamos ahorita ya no podremos después”, comentó Carmen Vargas, originaria de Santa Ana Tzacuala, Acaxochitlán.

La gente las adquiere para hacer dulces de calabaza, dijo, y también para que los niños pidan la “calaverita”.

Infaltable en esta temporada, pero contados son quienes las consumen, y más aún por el precio que se elevó de forma considerable: “La teníamos hace unos años en 30 o 40 pesos, hoy está al doble o triple, pero es por su escasez”

Por su parte, Cleotilde Santos señaló que de vender la cosecha de este año, obtendría mil pesos de ganancias, lo que significaría que ni siquiera recuperará el costo de la semilla, el cuidado y el tiempo empleado en la siembra.

“Hay quien ya se interesó en venir por ella, pero el pago es mínimo, pero ni modo de dejarla así, y luego que la gente no creo que celebre mucho porque no hay dinero. Yo apenas saqué unas 20 calabazas en mi terrenito, las demás se quedaron chiquitas o de plano se echaron a perder, se secaron”

La calabaza es común en esta región del estado de Hidalgo, principalmente porque no solo se ocupa para colocar en los altares, sino que se utiliza para elaborar platillos como dulces y pipián, entre otros, pero la producción fue baja en esta temporada en la región Otomí-Tepehua debido a las lluvias, por lo que los productores señalan que no recuperarán su inversión.

Magda García | Acaxochitlán