Artesanas de San Bartolo Tutotepec afirman que durante la actual pandemia de Covid-19 el coyotaje y la reventa de los bordados tipo tenangos, que se realizan en casi toda la Sierra Otomí-Tepehua, se ha vuelto una práctica “mucho más abusiva”.

María Guadalupe Miranda Justo, quien radica en Juntas de Río, localidad de San Bartolo Tutotepec, comentó a Criterio que junto con su suegra y un grupo de cerca de 40 mujeres elaboran manteles y carpetas con el bordado tradicional; sin embargo, hay coyotes —personas que se dedican a comprarle sus creaciones y revenderlas a precios altos— que comercian los bordados en “grandes ciudades o incluso en el extranjero” y se niegan a pagarles los precios acordados.

Agregó que previo al periodo de aislamiento social los coyotes les pagaban, en promedio, hasta 700 pesos por su trabajo, pero ahora solo les quieren dar 500 por los cubremesas y guías que llegan a revender hasta en 4 mil pesos “o más dinero, incluso dólares o euros, dependiendo el mercado donde se acomoden”.

Vanessa E. Romero | Tenango de Doria