Con la llegada del invierno repunta la demanda de prendas abrigadoras, como las elaboradas por artesanas de la región Otomí-Tepehua con lana de borrego; sin embargo, las ventas no podrían ser las esperadas, pues el alza de los insumos obligará  a un ajuste en los precios.

De acuerdo con entrevistadas, dicha situación representará una merma en su economía, la cual se vio afectada desde hace dos años debido a la pandemia.

De acuerdo con María Dolores Islas, tejedora de Acaxochitlán, la lana pasó de 70 a 120 pesos el kilo, tal incremento se dio durante 2022, luego de que los dos años anteriores no tuvieron trabajo ni ventas derivado de la pandemia de coronavirus.

“Este año es el que más ha subido, y se torna complicado para nosotros. La compramos a gente que ofrece la lana, sobre todo la blanca”, indicó María Dolores.

La originaria de Tlatzintla, donde se dedican a elaborar prendas de dicho material, dijo que en esa comunidad hay dos mujeres que por años se han dedicado a este oficio, mismo que han heredado a sus familias y lo volvieron su sustento.

Dolores teje calcetas, gorros, zapatos, chamarras, chalecos, entre otros productos, mismos que tienen mayor demanda durante la recta final del año, debido al periodo invernal; sin embargo, nunca paran la producción: “Solo fue los dos años anteriores que nos fue muy mal”.

Comentó que por cada kilo de lana pueden hacer hasta siete gorros, mientras que para un suéter necesitan dos kilos.

“Es mi mamá, María Félix Zacatenco, a quien le encanta tejer con agujas, la lana, es muy complicada, pero aquí el resultado”, aseveró mientras mostraba las prendas que tiene en su puesto, en Acaxochitlán.

Además del tejido con aguja, ocupan el telar para hacer piezas grandes, como cobijas o jorongos: “En ocasiones compramos los metros de tela ya hecha a base de lana y entonces le damos forma de prendas bonitas, principalmente para mujeres”.

“Después de la pandemia de Covid-19, las cosas se complicaron, y entonces empezó a subir todo, por eso el costo de la lana de borrego con la que hacemos nuestros productos”, añadió.

Señaló que, para estar vigentes todo el año, han diversificado sus productos: “Renovarse o morir; por eso, cuando hace calor, se mete más tejido de algodón, o con otro hilo delgado y hacemos otros tipos de prendas que pueden costar desde los 100 pesos hasta los 2 mil o más. Es totalmente un trabajo artesanal que debe ser valorado”.

Magda García I Acaxochitlán