Ciudadanos de Tula que resultaron afectados durante las inundaciones de la noche del 6 de septiembre, provocadas por los desbordamientos de los ríos de la región, aseguraron que temen que en la ciudad se presente una crisis alimentaria y económica “nunca antes vista”, misma que pudiera derivar en actos de rapiña.
Al respecto, Héctor Buitrón, quien perdió parte de sus bienes, señaló que, a pesar de que la ayuda del país entero “se volcó” hacia la Capital Tolteca, pues se supo que más de 35 mil personas se habían quedado sin hogar o sin negocio para sostenerse, la gente ha dejado de mandar apoyo a Tula y sus alrededores.
Esto, señaló el entrevistado, podría provocar que el municipio pronto se quede sin alimento, pues, aunque se quiera trabajar para ganar dinero y comprar insumos, de momento no hay recursos en la demarcación, debido a que todas las sucursales bancarias de la ciudad resultaron siniestradas en la inundación.
“No tendremos muchas opciones para alimentarnos, así que hago un llamado a las personas de buena voluntad para que sigan enviando ayuda; si bien, no la están distribuyendo bien y hay sospechas muy fuertes de que una parte se la está quedando el gobierno con fines políticos, una parte nos ha de llegar”.
Sobre el tema, Ximena Cruz Pedraza, vecina de la ciudad, indicó que, si las autoridades no hacen algo, Tula se volverá un caos, dado que, por lo pronto no hay liquidez en la ciudad, y no la habrá mientras los bancos no se abran de nueva cuenta.
La mujer añadió que, por ello, se necesita que los voluntarios, entre sociedad civil, empresas y asociaciones envíen insumos cuando menos hasta noviembre próximo.
Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende
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