Propietarios de bares y antros que se ubican en el centro de Tula solicitan al ayuntamiento que defina los criterios por los que algunos giros negros pueden seguir operando pese a la emergencia sanitaria por el coronavirus (Covid-19).

Los empresarios, quienes prefirieron omitir su nombre, informaron que debido a la disposición del cierre de negocios para evitar la propagación de Covid-19 han registrado pérdidas económicas.

Expresaron su desconcierto porque algunos giros negros siguen abiertos “casi con normalidad, mientras a otros de plano se les ha invitado a cerrar”.

Señalaron que no tienen el panorama claro, porque el 18 de marzo la dirección de Reglamentos les notificó que todos los bares, cantinas, antros, centros nocturnos, cervecerías o similares que pudieran generar aglomeración de personas debían cerrar sus puertas por la contingencia, pero días después –sin precisar cuándo– el alcalde Gadoth Tapia Benítez dijo que no había cierre de negocios.

Sostuvieron que están temerosos de abrir y ser objeto de una multa y clausura, por lo que llamaron a la administración a aclarar cuál es el escenario que priva.

Aunque no resolvió la inquietud de los propietarios, el alcalde dijo que, por lo pronto, su gobierno no ha decretado el cierre de ningún establecimiento, sino que todos pueden operar bajo ciertas restricciones de horario, además de acatar las normas sanitarias.

Miguel Ángel Martínez

Tula de Allende