El gobierno federal ha intentado persuadir a pobladores de las comunidades por donde pasará el Libramiento de Ixmiquilpan, informó Omar Santiago Mayor, integrante del comité opositor a la obra.

Explicó que el año pasado ya se hizo una consulta indígena, en la que 18 comunidades se opusieron a que la vía toque sus tierras.

“Tenemos reportes de que (funcionarios) intentan entrar a las comunidades sin permiso de los delegados y comisariados, pero los han corrido. Las localidades ya tomaron una decisión y exigen que se respete”, expresó.

Añadió que firmaron un acuerdo para que el libramiento no pase por sus poblados, debido a que se trata de una vía que estará concesionada a una empresa privada y ellos no se beneficiarán en nada.

En meses pasados —dijo— el gobierno federal, a través del Inpi, SCT, Segob, y Semarnat, convocó a asambleas “a espaldas de comunidades y autoridades comunitarias”.

Por lo que han buscado incidir en la decisión de los ejidatarios y comuneros para que acepten el proyecto del libramiento, que “destruirá la biodiversidad nativa, casas habitación y cultivos”, subrayó Santiago Mayor.

Para esta obra, el gobierno federal etiquetó más de 2 mil 950 millones de pesos, los cuales se habrían de ejecutar este año, sin embargo, por la falta de acuerdos, la construcción se ha frenado.

El libramiento Ixmiquilpan comprende 32 kilómetros y formaría parte de la autopista Durango-Yerbanís.

Antonio Reyes I Ixmiquilpan