Propietarios de bares y cantinas de la calzada Melchor Ocampo, principal acceso de Tula, indicaron que, ante la baja afluencia provocada por la contingencia sanitaria junto y las restricciones de horario y días de funcionamiento impuestos por el ayuntamiento, prefieren mantener cerrados sus negocios, pues abrir les representa pérdidas.
Después de cuatro meses de haber suspendido actividades, el 14 de julio pasado, mencionó uno de los afectados, los dueños de los negocios se manifestaron para externar las afectaciones económicas que estaban padeciendo a causa de la pandemia, por lo que la alcaldía les autorizó abrir dos días: viernes y sábado, en un horario de 17:00 a 00:00 horas.
El propietario de uno de estos locales, quien pidió anonimato, dijo que a él y a los demás comerciantes que se dedican a este rubro nos les pareció “adecuado” el permiso del ayuntamiento, porque “dos días y con restricción de horario es insuficiente para generar ganancias”.
Sin embargo, añadió, “intentaron probar suerte y ver qué tal se movía la cosa”.
No obstante, comentó, a la semana siguiente el municipio decidió quitarles un día de operaciones ante la vuelta de Hidalgo al color rojo del semáforo epidemiológico, debido a los contagios y los fallecimientos registrados en la entidad a causa del coronavirus.
“Es inadmisible, porque abrir un solo día genera pérdidas en lugar de ganancias”, aseveró.
Otro de los afectados dijo que tienen que pagar sueldos, rentas de 30 mil pesos, insumos, gastos de luz, mismos que, pese a que en los últimos meses no utilizaron el servicio, son de 20 mil pesos, aproximadamente.
En Melchor Ocampo existen seis establecimientos de este tipo; cinco permanecen cerrados ante las afectaciones económicas por la pandemia.
Suspensión
- Desde marzo pasado, cuando en Hidalgo se decretó la contingencia sanitaria por la pandemia, los bares y cantinas del municipio se mantenían cerrados
Miguel Ángel Martínez
Tula de Allende
