El Gobierno de Estados Unidos dejará de financiar y proporcionar las vacunas contra el coronavirus a partir de enero de 2023 debido a la falta de fondos, por lo que los ciudadanos estadounidenses tendrán que hacer frente al pago de ellas a través de su propio bolsillo si desean inmunizarse.
“Siempre hemos tenido la intención de hacer la transición al mercado comercial y lo hemos estado planeando desde hace algún tiempo”, ha señalado el director de la Administración para la Preparación y Respuesta Estratégicas del Departamento de Salud de Estados Unidos, Dawn O’Connell.
“Desafortunadamente, el cronograma para hacer la transición se ha acelerado en los últimos seis meses debido a la falta de fondos adicionales por parte del Congreso para apoyar este trabajo”, ha lamentado.