Como un “apoyo” para que las empresas pueden sortear la crisis económica provocada por el Covid-19, el IMSS les está ofreciendo diferir el pago de sus cuotas patronales, pero con condiciones financieras que podrían resultar más caras que contratar un crédito con un banco.
El reciente boletín del Consejo Técnico del Seguro Social establece que, mediante la firma de un convenio con el IMSS, una vez pagada el 100 por ciento de la cuota obrera, la empresa podrá pagar sólo 20 por ciento de la patronal y el resto diferirse hasta por un plazo de 48 meses.
Pero, dependiendo del plazo elegido, al remanente el IMSS le cargará una tasa de interés de entre 1.26 y 1.82 por ciento mensual, lo que equivale a entre 16.2 y 24.2 por ciento anual.
Estas tasas con las que condiciona el IMSS la facilidad para que una empresa pueda diferir sus pagos pueden, dependiendo de la calidad crediticia de una empresa y su giro de negocio, resultar más caras que las que aplican para un crédito empresarial los bancos comerciales.
Especialistas consultados coincidieron en que las tasas bancarias para una pyme van actualmente de TIIE+3 a TIIE+13 puntos, lo que se traduce a entre 9.64 y 19.64 por ciento anual.
Pero añadieron que en promedio están contratadas en alrededor de 16.1 por ciento (entre TIIE+9 y TIIE+10 puntos), por lo que las tasas del IMSS apuntan a resultar más caras que las bancarias.
“Esta tasa (la del IMSS) es altísima. En préstamos puentes, créditos revolventes y capital de trabajo un banco nos presta, incluso, a TIIE más 3 o 3.5 puntos porcentuales”, expuso Gonzalo Méndez Dávalos, presidente nacional de la Canadevi.
“¿Dónde está el beneficio o más bien el apoyo ante esta gravísima crisis de salud y económica? Sería muy conveniente que el IMSS reconsiderada bajar esas tasas”.
Un exbanquero, quien pidió omitir su nombre, coincidió en que las tasas de interés del IMSS son muy altas e injustificables, pues no se trata de una línea de crédito que el Seguro Social esté pagando por diferirle a los patrones parte de las cuotas patronales.
“El IMSS no está arriesgando su dinero, esos recursos son de las empresas y les está cobrando tasas de agiotista por diferir el pago. Son tasas muy altas para plazos tan cortos”, sostuvo.
Adrián Lozano, director general de Bancrea, consideró que el ofrecimiento del IMSS de diferir el pago de las cuotas patronales es positivo porque les permite liquidez a las empresas.
Pero también coincidió en que las tasas que cobrará a las pymes están por encima del promedio de las que les cobra el mercado financiero.
“Es el primer organismo del Gobierno federal que saca un programa de diferimientos de pago; ojalá que el Infonavit hiciera lo mismo para con los patrones y también se haga lo mismo con los pagos de impuestos federales y estatales, aunque con menores tasas”.
Moisés Ramírez
Agencia Reforma
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