Ayer, alrededor de 500 personas que laboran en la industria restaurantera se manifestaron en plaza Juárez, en Pachuca, para exigir al gobierno estatal que les permita vender alimentos en sus establecimientos, pues desde el 5 de enero pasado solo pueden ofertar a domicilio y para llevar, lo que, dijeron, no es rentable, pues sus ingresos han disminuido 90 por ciento.
“Sí ha habido mesas de diálogo, pero no ha habido certeza, el diálogo siempre está abierto. Está bien sumarnos y platicar, pero lo que pedimos ahora es una fecha de cuándo poder abrir. Desde el inicio de la pandemia han cerrado 41 (negocios) y podrían cerrar 30 más”, aseveró Carlos Méndez Tejeda, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Hidalgo.
La protesta comenzó frente al Palacio de Gobierno a las 9:00 horas, momento en que los inconformes empezaron el denominado cacerolazo, actividad que consistió en hacer ruido con utensilios de cocina.
De acuerdo con estimaciones de la Canirac Hidalgo, actualmente cuentan con 220 establecimientos afiliados, cada uno de los cuales emplea a entre 15 y 20 trabajadores, por lo que casi 4 mil 500 personas están “semiactivas” debido a las medidas restrictivas implementadas el mes pasado. Asimismo, la organización calcula que en la entidad hay más de 3 mil restaurantes.
La movilización de restauranteros terminó cerca de las 10:00 horas. Tras la protesta, Méndez Tejeda afirmó esperar que el gobierno estatal se ponga en contacto con ellos para pactar la reapertura del sector. En caso de que no lo haga, advirtió, estudiarán la posibilidad de protestar nuevamente.
EMPLEADOS, EN PARO
Según estimaciones de la Canirac Hidalgo, actualmente cuentan con 220 establecimientos afiliados, cada uno de los cuales emplea a entre 15 y 20 trabajadores, por lo que casi 4 mil 500 personas están “semiactivas” debido a las medidas restrictivas
Irving Cruz I Pachuca
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