Tras 19 meses de espera y pagos millonarios, el avión presidencial tiene previsto aterrizar este miércoles en México, sin que se haya anunciado de manera formal ningún compromiso de compra-venta.

Fuentes de presidencia informaron que la aeronave dejará el hangar de la empresa Boeing y despegará desde California con rumbo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde será resguardado.

Se tiene programado que el presidente Andrés Manuel López Obrador se traslade hasta la terminal aérea el próximo lunes 27 de julio, donde la polémica aeronave servirá como escenario para ofrecer una conferencia de prensa.

El TP-01, con matrícula XC-MEX, salió de territorio mexicano el 3 de diciembre de 2018, luego de que López Obrador rindió protesta como presidente.

La aeronave fue llevada a California para ponerla a disposición de posibles compradores, con un avalúo inicial realizado por Naciones Unidas de 150 millones de dólares.

Después de varias negociaciones fallidas, Banobras informó la semana pasada que existe una oferta de 120 millones de dólares y que el interesado podría pagar una parte en efectivo y otra más en especie, con equipo médico que sería destinado a los hospitales del sector Salud.

Según la presidencia, a pesar del traslado, “sigue en el proceso de venta”.

Hasta enero de este año, mantener estacionado el avión presidencial significó un costo de 15 millones por preservación y 13 millones por mantenimiento, es decir, unos 30 millones, lo que representa un promedio de 2.5 millones de pesos mensuales.

GASTO

Cuando era usado por el presidente Peña Nieto, el avión presidencial implicaba un gasto promedio anual de 17 millones de pesos en vuelos nacionales, incluido su mantenimiento y conservación.

La venta del avión, una de las principales promesas de la campaña presidencial, ha generado diversas polémicas, tanto por los costos de mantenimiento, como por la idea del jefe del Ejecutivo de rifarlo en un sorteo de la Lotería Nacional

Claudia Guerrero e Isabella González
Agencia Reforma