Las condiciones de sequía registradas de enero a junio de este año mantienen con bajos niveles a tres de los principales embalses de Hidalgo.
De acuerdo con el Monitoreo de las Principales Presas de México, a cargo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), una de las más afectadas es la Endhó, ubicada en Tepetitlán, que, si bien el 15 de enero pasado contaba con 164.21 hectómetros cúbicos de líquido, el almacenamiento al 15 de junio es de 120.83, es decir, tuvo un decremento de 43.38.
Por su parte, la presa Requena, localizada en Tula de Allende, registra una reserva de 10.77 hectómetros cúbicos, no obstante que el 15 de enero aún contaba con 22.30, que equivale a 11.53 más.
Asimismo, la Javier Rojo Gómez, que se ubica en Alfajayucan, contaba con 31.48 hectómetros cúbicos en la primera quincena de enero de este año, pero al mismo día de junio ya solo reportaba 7.91.
Hasta la segunda quincena de mayo, 31 municipios de Hidalgo presentaban sequía severa, que implica probables pérdidas en cultivos o pastos y alto riesgo de incendios, de acuerdo con el Monitor de Sequía de México, elaborado por la Conagua.
A principios de mayo, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), advirtió que 85 por ciento del país está atravesando por sequía, ya que algunas de las principales presas se encuentran en niveles “excepcionalmente” bajos, lo que agota recursos hídricos para beber, cultivar y regar.
Además, el organismo internacional confirmó que México vive uno de los estiajes “más generalizados e intensos” durante décadas.
Por su parte, especialistas del Tecnológico de Monterrey refieren que la sequía tiene que ver con procesos naturales cíclicos; sin embargo, la actividad humana los ha interrumpido con actividades como la deforestación con fines agrícolas.
Yuvenil Torres I Pachuca
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