Derechohabientes del Instituto Mexicano Seguro Social (IMSS) piden que se agilicen los trabajos de construcción de la Unidad Médica Familiar número 7, ubicada en la cabecera municipal de Atotonilco de Tula.

El inmueble fue cerrado en 2012 para su remozamiento; en su lugar se habilitaron oficinas de un edificio que no cuenta con las especificaciones para brindar atención a los derechohabientes, quienes se han manifestado en distintas ocasiones.

“Donde actualmente nos atienden es un espacio con muchas deficiencias, la atención no es buena, y no porque los trabajadores del IMSS no quieran atendernos bien, sino que no cuentan con las herramientas e instalaciones debidas para darnos un buen servicio”, dijo un derechohabiente.

En 2014, luego de manifestación de usuarios de esta clínica, el entonces coordinador federal de Infraestructura Inmobiliaria de IMSS, Godofredo Gardner Anaya, anunció la demolición y  construcción de una clínica para Atotonilco, durante el primer semestre de 2015.

“En febrero se hará la licitación e inicio de construcción de la obra, terminando ésta a más tardar en el mes de julio del mismo año”, dijo entonces; sin embargo, el tiempo pasó y la  unidad familiar continúa sin dar servicio a la ciudadanía.

“La ocasión pasada, en  2014, hasta que nos manifestamos nos hicieron caso, pero no han cumplido su palabra de terminar en los tiempos que nos informaron. La clínica ya se ve concluida, pero no sabemos por qué no la abren a los derechohabientes, que seguimos batallando en el edificio que rentan”,  dijo un usuario.

En un recorrido, Criterio pudo constatar que la Unidad Familiar está casi lista, pero se encuentra cerrada.

Fuentes consultadas por este medio señalaron que al parecer sólo falta un transformador que surta la energía eléctrica.