García Ávila sostuvo que, aunque es difícil predecir el desprendimiento de grandes rocas, los vecinos saben que, en caso de detectar ruidos extraños, grietas en muros o deslizamiento de tierra, deben reportarlo de inmediato
Entre los pendientes que en materia de protección civil deberá atender el próximo gobierno de Tulancingo está mitigar el riesgo de desprendimiento de las rocas ubicadas en las cúspides de los cerros de Huapalcalco, La Cañada e Hidalgo Unido.
En mayo se cumplieron siete años de que una roca de al menos tres metros de diámetro y un metro de altura se desprendió del cerro de La Cañada y se deslizó sobre la pendiente de la calle Gómez Farias, donde impactó a cuatro vehículos que se encontraban estacionados.
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Desde entonces, dos administraciones han pasado y no han materializado las obras sugeridas por expertos en la materia; no obstante, el titular de la Dirección de Bomberos y Protección Civil, Jesús García Ávila, aseguró que la vigilancia en la zona donde se encuentran los peñascos es periódica.
De acuerdo con el jefe vulcano, el monitoreo también incluye recorridos, en los que participa personal de las áreas de Obras Públicas, Licencias y Permisos, entre otras dependencias, ya que uno de los objetivos es evitar más construcciones en la zona de riesgo, para lo cual han pedido apoyo a los habitantes.
García Ávila sostuvo que, aunque es difícil predecir el desprendimiento de grandes rocas, los vecinos saben que, en caso de detectar ruidos extraños, grietas en muros o deslizamiento de tierra, deben reportarlo de inmediato.
A partir del desprendimiento de dicha roca, personal del Servicio Geológico Mexicano (SGM), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) han sugerido distintas obras para mermar el riesgo, como la colocación de gaviones, el anclaje de los peñascos o el uso de dinamita para demolerlos; incluso, propusieron la reubicación de 14 viviendas.
Tanto el expresidente municipal Fernando Pérez Rodríguez como el edil recientemente fallecido, Jorge Márquez Alvarado, en su momento señalaron que no habían podido concretar ninguna de las recomendaciones porque todas implican destinar recursos millonarios, con los que no cuenta la administración local, por lo que corresponderá al gobierno entrante mantener el monitoreo o gestionar el dinero necesario.