La presencia de vendedores ambulantes y semifijos, atribuida a los efectos adversos que generó la pandemia por Covid-19 en la economía del grueso de los hogares, en algunos casos pone en peligro la integridad física, incluso la vida de los transeúntes, quienes tienen que caminar sobre el arroyo vehicular, con el riesgo de ser atropellados, debido a la invasión de banquetas en Tulancingo.
“En la calle 20 de Noviembre y Echávarri, a media cuadra de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, se instala un triciclo, en el que venden tamales; colocan bancos en la banqueta y sobre el arroyo vehicular. Ahí es base de ascenso y descenso de colectivas; es angustiante ver a adultos mayores caminando a mitad de la calle, con el peligro de que los atropellen. Es necesario que intervengan las autoridades”, solicitó Evelyn Cortés, habitante de la zona de Tulancingo.
Como ese, son varios los reportes ciudadanos que demandan la liberación de las banquetas y otras áreas de uso común; incluso, en diciembre del año pasado, la mesa directiva del mercado municipal Gilberto Gómez Carbajal expresó una queja en la que dio a conocer que cada vez son más los ambulantes que expenden productos diversos a las afueras de este centro de abasto, lo cual ha propiciado, entre otros factores, una disminución de hasta 50 por ciento en las ventas de los locatarios.
Ayer, en respuesta, personal de la Dirección de Mercados acudió a los lugares reportados, donde conminó a los ambulantes a evitar la invasión de las áreas de uso común, pues de otro modo, “serán retirados”.
María Antonieta Islas | Tulancingo
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