Otro caso de tortura contra los animales se suscitó en Atlapexco; la propietaria de una perrita denunció públicamente que a su mascota le sacaron un ojo, razón por la cual dijo que es reprobable que ocurran este tipo de cosas porque no es agresiva.

“Esta perrita es mía, lamentablemente no se deja amarrar y en mi casa no tengo portón para tenerla encerrada, por lo cual mi perrita siempre anda en la calle o siguiéndonos si salimos, pero me parece un acto horrendo el dañar o lastimar a los animales, no me exento de mi responsabilidad como dueña, pero ¿por qué hacerle esto a un animalito?”, cuestionó Herandi Larragoiti Bautista, la propietaria.

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Con profunda indignación dijo que espera que la persona que le sacó el ojo a la perrita reciba su castigo por las autoridades en un futuro, sin embargo, manifestó que desconoce la identidad de quien hizo ese acto de lo contrario se comprometió a llegar hasta las últimas consecuencias con las autoridades “porque lastimar a los animales ya está penado”.

La semana pasada la Procuraduría de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) inició una carpeta de investigación sobre el caso de mutilación de un perro en una comunidad de Huejutla.

Apenas este lunes fue aprobada la iniciativa que presentó el diputado Alejandro Enciso Arellano, en el sentido de reformar la Ley de Protección y Trato Digno para los Animales en el Estado de Hidalgo.

La iniciativa establece la obligación de las personas de cubrir la reparación del daño, así como los gastos que generen la atención médica veterinaria, medicamentos, tratamientos y/o intervención quirúrgica, de aquellos animales domésticos que sean objeto de crueldad, maltrato, daño o tortura, independientemente de las sanciones administrativas dispuestas en la Ley y de las penas establecidas en el Código Penal para el Estado de Hidalgo.

“La protección y defensa de los animales es un deber moral que surge del reconocimiento de que todos los seres vivos merecen respeto, consideración y cuidado. Desde una perspectiva moral, los seres humanos tienen la responsabilidad ética de tratar a los animales con compasión y consideración, reconociendo su capacidad para experimentar placer, dolor y sufrimiento”, dijo.