Comerciantes establecidos a un costado de la carretera Tula-Refinería, en el tramo modernizado e inaugurado la semana pasada por el ayuntamiento, calificaron la obra como “una porquería”; esto, debido a que, acusaron, se registró una inundación el domingo pasado, a pesar de que no había antecedentes en la zona.
En entrevista, los locatarios, quienes solicitaron permanecer anónimos por temor a represalias, coincidieron en que el agua, revuelta con líquidos residuales del canal que atraviesa el lugar, se metió a los negocios, causando una “peste insoportable”, lo que, a su vez, ocasionó que sus clientes, quienes festejaban el Día del Padre, se fueran, pues algunos vomitaron.
Uno de los inconformes comentó que tuvieron que desinfectar sus establecimientos por sus propios medios, ya que, dijo, el gobierno municipal los “abandonó”, a pesar de que el líquido alcanzó casi medio metro de altura.
Además, acusó que la anegación se debió a los “deficientes trabajos” ejecutados en la carretera Tula-Refinería.
Los comerciantes solicitaron la intervención del gobernador Omar Fayad Meneses para que se realicen las correcciones necesarias en la obra, a fin de que no sigan las inundaciones durante la temporada de lluvias.
INVERSIÓN
De acuerdo con el alcalde Manuel Hernández Badillo, el ayuntamiento invirtió 11 millones de pesos en la modernización de la carretera, que estaba prevista para realizarse en tres meses, pero se completó en 60 días
Según el expediente técnico, la obra cuenta con dos drenajes pluviales
Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende
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Por las afectaciones hídricas a las comunidades del occidente de Tula, el alcalde Manuel Hernández Badillo informó que pedirá cerrar la embotelladora Niágara Bottiling.
Dicha compañía está ubicada en Soyaniquilpan, Estado de México y es acusada de “secar” el río Rosas, por lo que el edil tulense afirmó que solicitará a Jorge Espinoza Arciniega, su homólogo mexiquense, clausurarla.