Seis meses después de que el 18 de enero (18E) la explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) cobrara la vida de 137 personas, Ángel Barañano Guerrero, titular de Protección Civil y Bomberos de Tlahuelilpan, aseveró que la zona cero del siniestro pertenece a Tlaxcoapan —municipio gobernado por el alcalde panista Jovani Miguel León Cruz—.

“Sí, aclaro que esa parte donde se suscitó el incendio son ejidos de Tlaxcoapan. La mayoría de la gente involucrada fueron víctimas de Tlahuelilpan, sí, pero geográficamente eso (el predio quemado) le corresponde (al segundo municipio)”, dijo.

El funcionario explicó que el negocio Materiales Mota, que se ubica a unos metros del espacio del siniestro, paga su impuesto predial en la demarcación vecina, lo que, consideró, demuestra a quien pertenece el terreno.

Agregó que la carreteraestatal Tlahuelilpan-Tlaxcoapan divide ambos municipios.

El lado del Colegio de Bachillleres del Estado de Hidalgo (Cobaeh) pertenece al primero; el otro, en el que se ubica dicho negocio, corresponde al segundo, insistió el rescatista. Según Barañano Guerrero, 58 de las 137 víctimas eran originarias de Tlahuelilpan; el resto, agregó, habitaban en poblaciones vecinas, como Tezontepec de Aldama, Tetepango, Tlaxcoapan y Tepetitlán, entre otros municipios de la zona.

El mando evitó opinar sobre los motivos por los que el alcalde de Tlahuelilpan, Juan Pedro Cruz Frías —quien llegó a la alcaldía por el Partido del Trabajo (PT), pero se declaró afín a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al inicio de su administración—, asumió la atención de la tragedia.

“En esas situaciones todo mundo se avienta la pelota. ‘Aquellos (pensaron en Tlaxcoapan) se compraron la rifa del tigre, todos los boletos. Ahora, que se avienten la bronca’”, señaló.

Criterio buscó a Cruz Frías en sus oficinas; sin embargo, de acuerdo con la recepcionista, el edil acudió por la mañana a la presidencia municipal y no regresaría durante el día.

El 3 de julio, una toma clandestina ocasionó otra fuga a 500 metros de San Primitivo, la zona de la tragedia del 18E. De acuerdo con Barañano Guerrero, ese incidente también se reportó

en Tlaxcoapan.

“Como bombero, yo voy a donde me manden; para nosotros no hay límites geográficos. De la parte política, yo no sé”, reiteró el mando, quien el 4 de febrero de 2018 resultó con heridas graves al atender una toma clandestina en la comunidad Ulapa, Tetepango.

TRAGEDIA DEJÓ 68 CALCINADOS

El día de la explosión, 68 cuerpos calcinados quedaron en el predio de San Primitivo; los restos fueron recogidos al día siguiente por los Servicios Periciales de la PGJH. Posteriormente, identificaron otro cadáver, con lo que sumaron 69

Los despojos del Esquititos, migrante guatemalteco que pereció incinerado el día de la tragedia, fueron los últimos en ser entregados.

El 18 de junio, el último sobreviviente hospitalizado de la explosión llegó a la entidad: un joven de 15 años de edad que era atendido en el hospital Shriners, de Galveston, Texas. El menor sufrió quemaduras en 85 por ciento de su cuerpo

Emmanuel Rincón | Tlahuelilpan