Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) acudieron a las instalaciones del parque Zoológico Nicolás Bravo, en Tulancingo, para revisar el estado de los animales que en él habitan, después de haber recibido denuncias sobre negligencia en el manejo de los ejemplares.
En dicho lugar se verificó si existía mal trato o alguna situación anormal relacionada con el ataque de un felino a un empleado de este zoológico provocándole la muerte hace apenas algunos días.
En la inspección del lugar, el responsable técnico del lugar manifestó los pormenores del ataque, declarando que la persona que perdió la vida, realizaba labores de aseo en el área donde se encontraban los leones, la cual se compone de un área de cuarto de noche de 2.25 metros de ancho por 6.10 metros de largo, 3.10 metros de alto; y área de exhibición de 14.40 metros de ancho por 6.10 metros de largo por 3.10 metros de alto.
En dicha zona se observó que el encierro se encuentra en buenas condiciones, es decir, no presenta aberturas u orificios que puedan ocasionar la fuga de los felinos, y la guillotina funciona correctamente al igual que las puertas de acceso.
Asimismo, se constató que el encierro se encuentra limpio y los animales en buenas condiciones de alimentación, portando pelaje brillante y sin laceraciones; concluyendo que no se observan faltas al trato digno y respetuoso.
El zoológico cuenta también con equipo especial para emergencias, dando a conocer que el día del ataque se utilizaron dardos tranquilizantes; sin embargo, no fueron suficientes para ahuyentar al felino y evitar la muerte del empleado.
De acuerdo a lo observado por los inspectores, el incidente pudo deberse a un error humano, es decir, a la falta de precaución del cuidador que presuntamente olvidó cerrar desde el exterior la compuerta o guillotina que separa la sección donde se les dan los alimentos a los animales del resto de la jaula.
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