Desde 1991 se llevó a cabo el Viacrucis Viviente de Acatlán año con año, pero en esta ocasión no fue posible realizarlo debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus (Covid-19) en México.
Este Viernes Santo, las calles del centro del municipio lucieron vacías a diferencia de otros años, en los que se concentraban hasta 20 mil personas para seguir la dramatización de la pasión y muerte de Jesús.
En febrero pasado comenzaron ensayos los 250 actores locales que dan vida al Viacrucis de Acatlán y, aunque tenían todo listo para la puesta en escena del Domingo de Ramos, con la representación de la entrada de Cristo a Jerusalén, tuvieron que parar actividades.
Esto, luego de que el 23 de marzo el alcalde Benito Muñoz Olvera anunció la suspensión de la edición número 30 del evento anual, mismo que, según estimó, genera una derrama económica de cinco millones de pesos.
El edil, en entrevista con Criterio, explicó que la cancelación del Viacrucis Viviente, el cual la Secretaría de Turismo de Hidalgo calificó como el más completo de la entidad en 2014, fue acorde a las medidas de prevención e higiene dispuestas por el gobierno estatal en el Operativo Escudo para evitar la propagación del coronavirus.
En tanto, el arzobispo Domingo Díaz Martínez, durante la conferencia de prensa a la que convocó el 25 de marzo pasado, señaló que quedaban suprimidas, hasta nuevo aviso, las celebraciones católicas con presencia de feligreses, incluidos los viacrucis en los 103 templos que conforman la Provincia Eclesiástica de Hidalgo, la cual también abarca municipios de Puebla y Veracruz.
María Antonieta Islas l Acatlán
