En Coyuca de Catalán y otros municipios de Tierra Caliente, en Guerrero, integrantes de La Familia Michoacana controlan prácticamente todas la actividades, desde el transporte público hasta el comercio de productos básicos.
La venta de refresco, cerveza, tortilla, medicinas y materiales para la construcción está dominada por esta organización criminal, señaló un habitante de Coyuca de Catalán, quien pidió omitir su nombre por seguridad.
El control de los miembros de la banda llega al extremo de no dejar entrar a personas con mercancías de otras regiones, de acuerdo con varios testimonios.
Las personas que introducen productos de otras zonas y son detectados por el grupo criminal son detenidos y, además de que les quitan la mercancía, los golpean con tablas, afirma un ciudadano.
Otro ciudadano que reside en Chilpancingo dijo que tuvo que enviar medicinas por paquetería a un familiar de la Tierra Caliente para evitar que fuera golpeado por los delincuentes por introducir medicinas que compró en la capital del estado.
Otro testimonio indica que la delincuencia también controla el precio de la tortilla. En 2021, el kilo costaba 18 pesos, ahora la gente lo paga a 25 pesos.
Los refrescos de cola de dos litros, que en Chilpancingo o en prácticamente cualquier otra ciudad del país se vende en 35 pesos, en Coyuca cuesta más de 50 pesos. La botella de 600 mililitros que se adquiere usualmente por 12 pesos, en Coyuca cuesta 18 y hasta 20 pesos.
“Ellos (los delincuentes) todo controlan aquí y la gente ya lo ve como algo normal, incluso se pasean con sus armas tranquilamente por las calles”, dijo un habitante de Coyuca que también pidió anonimato.
Indicó que cuando una familia va a celebrar una boda, 15 años, bautizo o cumpleaños le tiene que pedir permiso a esa organización para que se lleve a cabo el evento social.
“Incluso ellos (los delincuentes) venden la bebida, y en las fiestas patronales ni se diga”, sostuvo.
En enero de 2021, este grupo criminal presumió en las redes sociales su poderío al difundir un video en donde golpea a ciudadanos de Coyuca de Catalán por no portar el cubrebocas durante la contingencia sanitaria.
Un vecino señaló que cuando llega a suceder un pleito en alguna fiesta familiar o de un santo patrono son los integrantes de este grupo delictivo los que detienen a los infractores y no la policía municipal.
“A los rijosos les dan sus tablazos, los encierran durante una noche y cobran una multa económica”, dijo.
Staff | Agencia Reforma
