A pesar del frío que se dejó sentir anoche en la capital hidalguense, cerca de 3 mil personas acompañaron a la Virgen María en su dolor por la muerte de su hijo Jesús. La Procesión del Silencio salió, como desde hace 52 años, de la iglesia de la Asunción, con destino a la basílica menor de Guadalupe, conocida como La Villita.
La División Católica de Pachuca ha impulsado dicho el acto religioso al que, en cada edición, se unen más feligreses, de acuerdo con Flor de Guadalupe Pérez, quien comenzó a participar hace 40 años en el recorrido.
Cerca de las 19:00 horas, los creyentes salieron de la iglesia de la Asunción. Tres imágenes encabezaban el contingente: una cruz de madera, una urna con el cuerpo de Jesús y la virgen dolorosa. Partieron con dirección a Ocampo, llegaron al Reloj Monumental, tomaron la calle Doria, cruzaron Guerrero, pasaron por avenida Juárez y así llegaron a su destino: la basílica menor de Guadalupe, La Villita.
Los católicos fueron guiados por una banda de guerra; en el camino, algunos feligreses se unieron y otros permanecieron a la expectativa en alguna avenida de la ciudad, con el frío de acompañante.
LLEGA A LA VILLITA
El contingente de feligreses llegó a La Villita, donde se rezó el Vía Matris, una especie de rosario que representa los siete dolores de la virgen
Flor de Guadalupe Pérez tiene 40 años participando en esta actividad que rememora la muerte de Cristo
Yuvenil Torres | Pachuca