Mario Alberto Velásquez García, especialista del Colegio del Estado de Hidalgo, aseveró que en México se debe emular lo que ocurrió en Polonia en la década de los años 80: si no se puede cambiar al gobierno, se debe cambiar como ciudadanía y evitar actos de corrupción, como dar mordidas, pasarse la fila y evadir el alto en el semáforo.

El académico participó en el foro Gobierno abierto y anticorrupción, celebrado ayer en la Fundación Arturo Herrera Cabañas, en Pachuca, tras el cual, en entrevista con Criterio, detalló que los mexicanos muchas veces creen que la corrupción está en las altas esferas, pero en el día al día se participa de “situaciones que nos corrompen”.

“La alta corrupción no se puede sostener sin la pequeña. Debemos respetar las reglas; de lo contrario, nunca vamos a terminar con esa corrupción de Rosario (Robles) y la Estafa Maestra”, sostuvo.

El académico agregó que se tiene que cambiar la percepción de que las corruptelas aplican cuando nos benefician; si no, debe denunciarse.

“Debemos de dejar de justificar nuestras conductas de ‘si me paso el semáforo es porque tengo prisa’”, añadió.

Sobre los Sistemas Estatales Anticorrupción, Velásquez García aseveró que funcionarían si contaran con tres elementos: transparencia, independencia y que quienes estén al frente sea gente emanada de la sociedad civil, ajena al aparato de gobierno.

“(Los que encabezan dichos entes) son funcionarios que cuidan a otros a funcionarios, el sistema hasta ahora es una pantalla”, afirmó.

Expresó que los organismos autónomos que trabajan en la transparencia y rendición de cuentas, si no tienen “dientes para sancionar” y un presupuesto que les alcance, no van a funcionar, porque solo amonestan y no sancionan, por lo que hasta ahora “son una simulación”.

Marisol Flores | Pachuca