Un juez federal decretó el decomiso de 41 propiedades de Javier Duarte, quien se declaró ayer culpable de los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa.

En una audiencia de cinco horas, a la que el ex Gobernador de Veracruz llegó con un procedimiento abreviado, previamente negociado con la PGR, Marco Antonio Fuerte Tapia, Juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, decretó la medida.

Entre las propiedades, decomisadas en favor de la Federación, se encuentran 21 parcelas en Campeche; 5 departamentos en Cancún; 4 inmuebles en el condominio Finestre Ixtapa, en Guerrero; 4 departamentos en la Torre Pelícano, en Boca del Río,

Además, 3 departamentos en Bosques de Santa Fe, 2 departamentos ubicados en Polanco, y un edificio en Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México,

También se decretó el decomiso del 33 por ciento del rancho Las Mesas, en Valle de Bravo, Estado de México.

El juzgador condenó a Duarte a una pena de 9 años de prisión y a una multa de 58 mil 890 pesos.

Al mismo tiempo, amonestó al ex mandatario para que no vuelva a incurrir en un delito y ordenó la suspensión de sus derechos políticos y civiles durante el tiempo en que permanezca en prisión.

La Procuraduría no reclamó la reparación del daño, en virtud de que los delitos imputados no lo tienen previsto.

Los fiscales federales presentes en al audiencia también retiraron su solicitud de inhabilitar a Duarte por el mismo plazo de su condena.

Durante la audiencia, el juez preguntó a Duarte si aceptaba su plena responsabilidad en los ilícitos de lavado de dinero y asociación delictuosa.

Fuerte Tapia le advirtió que, de aceptar la comisión de los ilícitos, no tendría derecho a ningún beneficio legal, como es la conmutación de la pena.

“¿Admite usted su responsabilidad en los delitos que le imputan?”, preguntó el juez.

“En base a los principios de lealtad e institucionalidad que rigen mi conducta, sí, su señoría”, respondió Duarte.

“Repito la pregunta, ¿acepta su responsabilidad en los delitos?”, cuestionó el juez.

“Repito, sí, su señoría”, contestó el ex mandatario, quien en la audiencia apareció vestido con el uniforme de reo color caqui, barba larga y rapado.

Pese a la condena de nueve años, Duarte podría dejar la prisión en tres años.

De acuerdo a la Ley Nacional de Ejecución Penal, el veracruzano podrá solicitar su libertad bajo supervisión cuando cumpla la mita de su condena.

Ese tiempo incluye el año y 5 meses que lleva preso, por lo que podrá solicitar el beneficio dentro de tres años y un mes. La decisión de concederlo tocará a un Juez federal de Ejecución.

Al termino de la audiencia en la que el ex priista fue sentenciado, su defensor, Ricardo Sánchez Reyes Retana, dijo que buscarán reducir la pena al 50 por ciento.

Abel Barajas
Agencia Reforma