El bebé Lázaro ‘N’ falleció el pasado 27 de noviembre a un mes y seis días que fue enviado a un refrigerador mortuorio por trabajadores del IMSS de La Margarita, en Puebla capital, debido a que erróneamente lo declararon muerto.
El IMSS confirmó el viernes pasado que la causa de la muerte del infante fue por su condición prematura, al nacer a los 5 meses de gestación, y por la falla de desarrollo en vientre materno, aunque también, dijo, siguen las investigaciones para deslindar responsabilidades.
Sus padres Santiago y Elisa exigieron a las autoridades que se castigue penalmente a los responsables de lo que, aseguran, fue negligencia médica, por lo cual siguen las acciones legales en contra del IMSS.
El sepelio del niño se realizó el sábado pasado en el panteón de la comunidad Xonocuautla, en el Municipio de Tlatlauquitepec.
Se espera que la próxima semana se realice otra audiencia en la Comisión de Derechos Humanos de Puebla, donde se presentó también una denuncia por los hechos que ocurrieron el 21 de octubre.
REFORMA informó que el personal del hospital del IMSS mantuvo al bebé prematuro durante seis horas en un refrigerador mortuorio tras declararlo muerto durante su nacimiento, pero al ser entregado el cuerpo a los padres, éstos detectaron que Lázaro todavía respiraba.
Desde el 22 de octubre, el IMSS informó que emprendió una investigación para esclarecer las acciones del personal a través de la Oficina de Representación en Puebla.
Oscar Alejandro Hernández Uscanga
Agencia Reforma
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Personal del hospital del IMSS La Margarita, en Puebla, mantuvieron a un bebé prematuro seis horas en un refrigerador mortuorio, tras declararlo muerto, antes de notar que el infante estaba vivo.
El suceso ocurrió la madrugada del miércoles, cuando una mujer parió a un bebé de 23 semanas de gestación en el referido hospital.
El infante fue declarado muerto por los médicos tras notar que no presentaba signos vitales, de acuerdo con un comunicado del IMSS.
Posteriormente fue llevado a un refrigerador en el área mortuoria donde permanció 6 horas, según medios locales.
Sin embargo, cuando fue entregado a sus padres, estos notaron que su hijo aún respiraba.
