F. R. M. fue vinculado a proceso el 28 de febrero por el presunto homicidio de Gerardo Sosa Cravioto, hijo del presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) Gerardo Sosa Castelán, pero su padre expresó que lo utilizaron como “chivo expiatorio”.
En entrevista con Criterio, el señor Fernando Ríos Castañeda señaló que se fabricó una serie de circunstancias para criminalizar a su hijo; no obstante, prefirió no ahondar en detalles para no entorpecer el proceso.
Aseguró que el día del asesinato de G. S. C. (23 de febrero de 2019), su hijo se encontraba en Pachuca con su familia, porque normalmente el sábado y domingo comían juntos.
“Ellos eran amigos, se llevaban bien. En la carpeta dice que se molestaron y que el móvil fue ese, desquitarse, pero mi hijo no es culpable, está encerrado sin deberla ni temerla”, aseguró.
Una de las irregularidades, mencionó, es que el acta circunstanciada de cateo fue anexada a la carpeta de investigación tres semanas después, y esta fue entregada incompleta a los abogados defensores. “El Ministerio Público (MP) alegó que mi hijo fue despedido de su trabajo, y eso no es verdad, él renunció”.
“El argumento ante el MP es que mi hijo había inflado una nómina (de ocho personas) y había sido despedido (del rancho de los Sosa), pero él renunció 15 días antes del hecho: verbalmente al señor Gerardo y posteriormente por escrito al contador. Mi hijo quería un mejor trabajo”, explicó.
“Hubo una situación en la que no estuvo de acuerdo mi hijo, de su salario, porque él estaba contratado de manera económica, no firmaba recibos, nada, todo era de palabra”, agregó.
Señaló que en la carpeta de investigación lo manejaron como un extrabajador del rancho, por lo que podía interpretarse que era un trabajador “de pico y pala”. Pero él administraba el rancho en conjunto con Gerardo júnior.
Ríos Castañeda aclaró que fue el presidente del Patronato de la UAEH quien lo contrató hace dos años. “Mi hijo, antes de que llegara Gerardo júnior era el administrador del rancho, y después, entre los dos y un contador, eran los encargados”, detalló.
“Yo trabajé para la universidad muchos años; posteriormente cuando me salí de la universidad apoyé a Gerardo Sosa Castelán en la administración del rancho. Hace dos años dejé de administrarlo y mi hijo se quedó en mi lugar porque las familias nos conocemos, nos llevábamos bien, somos amigos desde hace 35 años. Fuimos al velorio a dar el pésame”.
Ante esta situación, indicó que ha pedido el apoyo de las autoridades para la liberación de su hijo. “Se le envió una carta al gobernador Omar Fayad y se solicitó una audiencia con el Procurador, pero hasta ahorita no hemos tenido respuesta”.
El padre de F. R. M. envió un mensaje a Gerardo Sosa Castelán: “Lo único que le podría decir es que él sabe perfectamente que mi hijo no mató a Gerardo júnior, lo conoció, le tuvo confianza, me conoce perfectamente a mí, sabe de la educación que tuvo mi hijo”.
“El día que detuvieron a mi hijo traté de comunicarme con él, pero nunca recibí respuesta. Mucha gente lo ve como una cuestión política, pero nosotros no tenemos nada que ver con la política”, aseguró.
Por último, el padre del presunto culpable del asesinato de G. S. C. indicó que además de dañar su imagen y la vida de su familia, viven con miedo.
Nathali González
Pachuca
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