Desde que llegó el Covid-19 a Hidalgo, el personal médico ha librado una batalla incansable contra el virus que, en ocasiones, ha sido motivo de distanciamiento con sus familias ante la carga de trabajo y medidas preventivas.

A más de un año de que se registró el primer caso de la enfermedad en la entidad, Sonia Lorena Téllez Franco, médica de profesión, que actualmente participa en las brigadas que  realiza el ayuntamiento de Pachuca en colonias para la detección de la cepa viral, aseguró que ha logrado lidiar con los retos que representa ser madre soltera y educar de manera integral a una hija de 17 años.

Lorena recuerda que, cuando llegó el coronavirus a Hidalgo, por ser personal médico, tuvo que seguir trabajando sin descanso, hecho que se incrementó cuando su compañera de trabajo se infectó de Covid-19, por lo que durante mucho tiempo se quedó a cargo de las consultas de salud para personal sindicalizado y de confianza de la presidencia de Pachuca. Ante esto, el tiempo que pasaba con su hija se vio mermado.

“Los horarios se ampliaron y veía muy poco a mi familia, puesto que tenía que estar enfocada en las consultas. Fueron días muy difíciles, pues tenía que entregar lo mejor de mí en mi profesión; pero, como todo ser humano, tenía la zozobra de contagiar a mi familia”, detalló.

Ante la demanda física y mental que requiere estar frente a frente con el virus que provocó una pandemia, Téllez Franco asegura que, como madre, sus prioridades son claras: sacar adelante a su hija.

“Mi prioridad siempre va a ser mi hija. Si ella estuviera en alguna situación que requiriera no salir a trabajar, me quedaría. Afortunadamente ella goza de muy buena salud y siempre me ha dado su apoyo para que salga a ejercer mi profesión y ayudar a las personas”, refirió.

Irving Cruz I Pachuca

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