Tras la salida de Rogelio Jiménez Pons de Fonatur, el 11 de enero, al menos unos 100 funcionarios han renunciado a sus cargos en ese organismo, entre ellos cinco directores, gerentes, coordinadores, ingenieros y analistas.

Entre otras cosas, acusaron los exempleados, dejaron sus puestos ante presiones de los nuevos mandos para firmar los aumentos millonarios del Tren Mayas, en los tramos donde ya comenzaron los trabajos.

Algunos de los contratos que deben firmar los funcionarios alcanzan hasta los 800 millones de pesos, denunciaron exfuncionarios a Grupo Reforma.

En octubre pasado, Fonatur reportó al Senado que el costo inicial de la obra era de 140 mil millones, y para inicios de año ya había subido a 200 mil millones.

“Y sigue subiendo, están obligando a gerentes a firmar los aumentos millonarios en los contratos a las empresas que participan en los tramos 1, 2, 3 y 4 principalmente, eso es una bronca que se va a echar el que firme, el que va a responder a la Función Pública, el acoso para firmar esos documentos era constante, por lo que preferimos renunciar”, dijo un ex alto directivo.

En una respuesta de información fechada en abril, Fonatur reconoció que sólo desde la salida de Jiménez Pons a febrero habían renunciado 85 empleados vinculados al Tren Maya.

De febrero a abril se han presentando al menos otras 20 renuncias derivadas, entre otras cosas, de las presiones para firmar autorizaciones en alzas a los contratos, afirmaron las fuentes.

“Están contratando a egresados de universidades, los hacen gerentes de la noche a la mañana, les pagan bien, pero van a terminar firmando broncas que no les compete, nadie quiere esos problemas, mejor adiós, esos contratos están mal hechos”, lamentó el exfuncionario.

Jiménez Pons encabezó la construcción del Tren Maya, pero fue sustituido el pasado 11 de enero por Javier May, hombre de confianza del presidente.

Antes de su salida, Jiménez Pons había sido presionado por empresarios, sindicatos de prestadores de servicios afiliados a la CROC y organizaciones civiles: no había sustentado un proyecto técnico del Tramo 5 norte para que el Tren Maya pasara por el centro de ese destino turístico.

El cambio de trazo aumentó la proyección de costos, añadieron los ex empleados.

Aparte la expropiación de terrenos en la Riviera Maya, que no estaba prevista en el proyecto original, lo que obligará a la indemnización de propietarios.

Benito Jiménez
Agencia Reforma