Enrique se despidió de su novia Nancy la noche del lunes sin saber que sería para siempre.Horas antes de que el tren se desplomara en la Estación Olivos de la Línea 12, la pareja convivió.
La joven fue de compras con su hermana Tania, de 15 años, y luego se encontraron con Enrique para ir a cenar.
Poco antes de las 22:00 horas el chico acompañó a las hermanas Lezama hasta el Metro Periférico Oriente, donde él bajó.
Apenas avanzaron dos estaciones, cuando ocurrió el colapso. Tania fue rescatada con vida y la trasladaron al Hospital General Xoco.
En cuanto Enrique se enteró del accidente, se sumó a la búsqueda que inició la familia de su novia.
Recorrieron hospitales a lo largo de la madrugada con la esperanza de hallarla con vida.
Ayer, alrededor de las 13:00 horas la familia de Nancy le informó que fue localizada en las instalaciones de la Coordinación Territorial Iztapalapa-6.
“Ayer estuvieron juntos y mi hijo se despidió de ella”, lamentó la madre de Enrique, afuera del anfiteatro.
En tanto, para los familiares de Miguel Ángel Espinosa y José Juan la falta de respuesta a las llamadas telefónicas era indicio de que algo malo les había ocurrido.
La angustia invadió a Gisela Rioja y acudió a buscar a su marido al lugar del accidente.
Aumentó su búsqueda a hospitales, volvió a la zona del desplome y ayer lo encontró en la lista de decesos.
José Juan, albañil, de 40 años de edad, iba de vuelta a casa tras ir al dentista, al conducir sobre Avenida Tláhuac una trabe y parte de un tren del Metro cayeron encima de su auto y lo dejaron atrapado.
Su esposa logró salir, pero José Juan no resistió.
Su familia ya sabía que estaba en los escombros y sólo quería saber cuándo podrían llevárselo para sepultarlo.
“El coche que está aplastado allá abajo es mi hijo. Lo que queremos es que lo saquen y no mueven y no mueven la ballena y él está aplastado”, reclamaba su padre.
Eduardo Alfredo Pérez Ruiz
Agencia Reforma
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