Pese a que México fue de los primeros países en establecer licencia de paternidad en América Latina y Caribe, cuenta con sólo cinco días, es decir, uno de los periodos más cortos entre las naciones de la región.
Además de México que estableció este permiso desde 1979 con cinco días, Brasil y Chile también tienen el mismo periodo de días en sus licencias, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En cambio, Colombia es de las naciones latinoamericanas con un lapso más largo, es decir, 14 días, al igual que Paraguay, mientras que en Uruguay cuenta con 13 días, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Las licencias por paternidad son relevantes porque aportan al principio de no discriminación e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, refirió la Cepal en el reporte “Avances en materia de normatividad del cuidado en América Latina y el Caribe. Hacia una sociedad del cuidado con igualdad de género”.
“Desde el punto de vista de la igualdad de género, este tipo de licencias aun siendo reducidas, favorecen la modificación de estereotipos y prácticas culturales que asignan el trabajo del hogar y la crianza de hijas e hijos, de manera exclusiva a las madres y mujeres de la familia.
“En este sentido, las licencias por paternidad contribuyen a reducir la llamada “irresponsabilidad privilegiada” o las formas en que la división del trabajo y los valores sociales existentes permiten a algunas personas excusarse de las responsabilidades básicas de cuidado porque tienen otro trabajo más importante que realizar”, se explicó en el reporte.
Y cuando se llegue a un punto en el que las licencias por paternidad sean equitativas a las maternales, en México las segundas son de 84 días naturales con goce de sueldo, reduciría la posibilidad de que las empresas incurran en sesgos sobre el hecho de evadir la contratación de mujeres en edad reproductiva.
Por lo que se evitaría preferir la contratación de hombres para evitar el pago de las licencias por maternidad, las cuales son más largas, expuso la Cepal.
De manera general en la región, los permisos de paternidad son en su mayoría breves, solo para trabajadoras y trabajadores asalariados formales y que formen parejas heterosexuales.
Aunque también se ha identificado que, de manera progresiva, los países latinoamericanos han modificado sus normas, por ejemplo, se observa la incorporación de distintos tipos de filiación, ya no sólo el paterno filial sanguíneo, sino también por adopción.
Eduardo De La Rosa Hernández I Agencia Reforma
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