Su delito: no ser divertido. Por eso “Alex”, un perrito pug, regalo para unos niños, iba a ser sacrificado.
Sus dueños lograron hacerle daño y le sacaron un ojo, además de golpearlo en reiteradas ocasiones.
Tras el llamado de auxilio de unos vecinos, Fabiola Ávila, directora del refugio animal Buenos Chicos, acudió a San Sebastián El Grande, en Tlajomulco, a su rescate.
“No lo atendieron (cuando le sacaron el ojo), el perrito duró varios días con mucho dolor, ahora estamos luchando por tratar de salvarle el otro ojo”, explicó.
De acuerdo con los médicos que revisaron a “Alex”, su ojo izquierdo está delicado, la córnea está comprometida y, de un momento a otro podría reventarse, dejándolo ciego.
Incluso, como parte del tratamiento se recomendó una cirugía, con el objetivo de darle soporte a su ojo y corregir el daño que tiene.
Además, es necesario que se le haga una resonancia magnética, pues no obstante con haberle sacado su ojo, sus “dueños” lo golpearon en múltiples ocasiones, causándole lesiones en su cabeza.
“Ocupamos una resonancia por los golpes que le dieron en la cabeza y ver cómo está, por muchos días tuvo mucho dolor y ahora estamos tratando de salvarlo para que tenga una vida mejor”.
Ávila señaló que los casos de violencia y maltrato animal van en aumento y el caso de “Alex” es un ejemplo de que ningún perro se salva, pues hasta los de raza pueden padecerlo.
Uno de los maltratos más frecuentes en canes de raza es la explotación sexual, pues son usados para reproducirse y, cuando ya no sirven o la hembra desarrolla tumores, los avientan a la calle.
Debido a que Buenos Chicos no solo atiende a “Alex”, requiere de apoyo para poder pagar la cirugía, resonancia y tratamiento del cachorro.
Si deseas ayudar, puedes comunicarte con Ávila al teléfono 331-319-4606.
Fernanda Carapia | Agencia Reforma
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