El temible buró de crédito no es como lo pintan, organismos como la Condusef lo consideran un aliado para solicitar créditos
Uno de los mitos persistentes relacionados con el Buró de Crédito es la percepción de que las personas solo entran en él cuando enfrentan dificultades para saldar deudas, considerándolo como una especie de lista negra de morosos.
Contrariamente a la creencia popular, una persona física o moral comienza a formar parte del Buró de Crédito desde el momento en que solicita un crédito o cualquier otro producto financiero, ya que este actúa como una de las tres Sociedades de Información Crediticia (SIC) que operan en México.
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Según la página oficial del Buró de Crédito, el historial crediticio de una persona permanece en la base de datos durante un plazo de 72 meses a partir de la fecha de liquidación.
Lo anterior, siempre y cuando el Otorgante de Crédito haya reportado la fecha de cierre o la última vez que informó al Buró de Crédito. Esto implica que, incluso después de saldar la deuda, el individuo lleva consigo este registro durante seis años.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) ofrece pautas sobre la temporalidad para ser eliminado del Buró. Por ejemplo:
Es esencial comprender que el Buró de Crédito no debe considerarse una “lista negra”, según la CONDUSEF, además no aprueba ni rechaza créditos directamente; más bien, evalúa los hábitos financieros y el historial crediticio de los individuos.
Un buen historial crediticio aumenta las posibilidades de obtener un crédito solicitado.