Luego de más de 30 años de litigio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cerró ayer en definitiva el proceso penal contra Rafael Caro Quintero, exjefe del Cártel de Guadalajara.

La primera sala de la corte confirmó el fallo dictado en enero de 2015 por un tribunal colegiado de circuito, que absolvió al legendario capo de múltiples delitos, pero reiteró su culpa en el secuestro y homicidio del agente de la DEA Enrique Camarena, así como del piloto Alfredo Zavala, perpetrados en 1985.
Con ello, quedó firme la condena de 40 años de cárcel contra Caro, quien está prófugo desde agosto de 2013 y aún tendría que cumplir más de 11 años pendientes, amén que Estados Unidos busca su extradición por el mismo caso. Cuatro de los cinco ministros rechazaron argumentos del capo de que se violó su derecho humano a ser juzgado en un plazo razonable, pues dicho alegato ya había sido estudiado por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal en Jalisco, y no es un tema de competencia constitucional de la corte.
Sin embargo, el máximo tribunal ordenó dar vista a la Procuraduría General de la República sobre la denuncia de que fue torturado luego de su captura en 1985, para que investigue a los servidores públicos posiblemente involucrados.
El ministro José Ramón Cossío, único disidente, sostuvo que la SCJN debió otorgarle al narcotraficante un amparo liso y llano para echar abajo todo el caso en su contra, por la tardanza inexcusable del Estado mexicano para desahogar el juicio.
“En mi carácter de juez constitucional, en el caso particular no puedo validar la violación al derecho humano de ser juzgado en un plazo razonable, pues no existe fundamento legal nacional o internacional que permita justificar frente al ahora quejoso el haber permanecido por más de un cuarto de siglo en prisión preventiva, sujeto a un proceso penal no concluido”, sostuvo.
El ministro Arturo Zaldívar había listado en mayo pasado un proyecto que desechaba el recurso de Caro, por no existir tema que ameritara intervención de la Suprema Corte.