Los criminales aprovechan la tecnología a su alcance para engañar a sus víctimas con un número telefónico “disfrazado”.

Apoyándose de portales que ofrecen un servicio conocido como Voz sobre Protocolo de Internet (VOIP, por sus siglas en inglés), pueden alterar el registro que aparece en el identificador de llamadas de un celular.

A través de dichas plataformas, los delincuentes hacen que aparezca cualquier número que ellos tecleen, entre esos los de instituciones bancarias.

Fue el caso de “Víctor”, a quien en su celular le llegó una llamada con el número de un banco, con el que tiene una tarjeta.

Le dijeron que lo buscaban para alertarlo por un supuesto movimiento bancario no reconocido hecho desde otro Estado y que iban a bloquear la cuenta para congelar el dinero, pero era una estafa.

Para “protegerlo” de más cargos no reconocidos, “Víctor” debía generar una referencia para un retiro sin tarjeta en un cajero automático; mientras más dinero incluía en ese retiro, más dinero “protegía”, le aseguraron.

Pese a que sonaban como personal de cualquier call center y se mostraron tranquilos ante sus preguntas, en la medida en la que le pedían datos, “Víctor” sospechaba. Accedió a hacer un movimiento de 100 pesos.

“Yo les hice una (transferencia) por 100 pesos, nada más para ver qué hacían y sí, pues efectivamente, te retiran esa lana, pero querían que se los hiciera por 9 mil”, comentó.

Minutos después le llegó una notificación del retiro de efectivo desde una ubicación en Chimalhuacán, Estado de México. No denunció el hecho, pero alertó a su familia sobre el caso.

En 2021, Jalisco tuvo el peor año en materia de fraude, ya que se denunciaron 8 mil 13 casos, mientras de enero a marzo de este año se registraron 2 mil 58 denuncias.

Agencia Reforma

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