Por segunda vez en menos de un mes, transportistas de Zihuatanejo suspendieron ayer su servicio por amenazas de un grupo delictivo y los hoteleros de ese mismo destino turístico de Guerrero amagaron con cerrar, al denunciar que los quieren obligar a pagar una cuota de entre 5 y 10 mil pesos.

“Vamos a cerrar porque ya desde hace 15 días nos están hablando por teléfono que debemos de dar una cuota”, dijo un empresario quien pidió se omitiera su nombre.

Contó que ayer prácticamente la mayoría de los transportistas acordó suspender el servicio en la ciudad y en las rutas foráneas ante el acoso de los delincuentes.

La interrupción del servicio se acordó después de que el 2 de julio en la noche, hombres armados interceptaron una combi de transporte público de la ruta Zihuatanejo-Coacoyul.

Esto ocurrió en el centro de Zihuatanejo, frente al mercado municipal, y no se registraron víctimas.

La madrugada de ese mismo día, en la calle 5 de Mayo, de la colonia Lomas de Diamante, en la zona suburbana de Zihuatanejo, fue hallado el cadáver de un taxista degollado.

Las líneas de transporte Estrella Blanca y Estrella de Oro suspendieron el servicio ordinario y solo se ofrecen boletos para salidas directas de Zihuatanejo a Acapulco.

“Los autobuses ya no pasan a dejar pasaje a las comunidades que están ubicadas a orilla de la carretera federal de esta misma ruta por miedo a ser detenidos por la delincuencia”, dijo un usuario.

También fue suspendido el servicio de transporte a Petatlán, localidad ubicada en la Costa Grande de Guerrero.

El empresario consultado señaló que los dueños o gerentes de los 200 hoteles ubicados en Zihuatanejo e Ixtapa están recibiendo llamadas telefónicas de extorsión.

“Esto nunca había ocurrido y es inaudito, que las autoridades de gobierno permitan esto, a pesar de que saben de la situación tan grave que viven los ciudadanos de Zihuatanejo”, lamentó la fuente.

Jesús Guerrero I Agencia Reforma