Cuestionado sobre la violencia criminal en Aguililla, Michoacán, el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que seguirá diciendo “abrazos, no balazos” aunque se burlen, porque su Gobierno no quiere confrontación y pérdida de vidas humanas.
“Conozco El Aguaje, Aguililla, toda esa región y el pueblo de Michoacán y es un pueblo bueno, un pueblo trabajador, entonces que no se dejen llevar, que no los enganchen, porque hay dos o tres grupos. Entonces, quieren apoderarse de territorios y provocar confrontación y pérdida de vidas humanas.
“Y nosotros no queremos eso, no queremos que nadie pierda la vida y aquí incluyo a todos, no quiero que pierdan la vida quienes están en las bandas delictivas, no quiero que pierda la vida nadie, no estoy de acuerdo con la vía violenta, soy pacifista, aunque se burlen, porque tengo una razón de fondo, aunque se burlen voy a seguir diciendo, abrazos, no balazos”, dijo en conferencia.
Claudia Guerrero
Agencia Reforma
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El presidente Andrés Manuel López Obrador mostró ayer gráficas para intentar explicar que la tendencia al alza de homicidios se contuvo durante su administración, pero el periodista Jorge Ramos lo atajó: “No puede decir que tiene 100 muertos diarios y que esto es un éxito”.
“Permíteme”, respondió el mandatario para no perder el hilo de la explicación; sin embargo, concedió: “No, claro que no es un asunto fácil, ya lo expliqué, de que (es) un fruto podrido que heredamos”.
E insistió en su acusación de que en sexenios anteriores el crimen organizado controlaba a la Policía y existía complicidad con el poder político para que pudiera operar libremente.